Ni una colilla en el suelo, zonas verdes a tutiplén y una limpieza impoluta que parece que Don Limpio presida esta ciudad-estado. Viajar a Singapur es reconocer que cualquier centímetro de la calle está más limpio que tu casa.
Ni una colilla en el suelo, zonas verdes a tutiplén y una limpieza impoluta que parece que Don Limpio presida esta ciudad-estado. Viajar a Singapur es reconocer que cualquier centímetro de la calle está más limpio que tu casa.